Dejad que los niños se acerquen a mí
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Fuente: Kevin Guzmán Byrne. El Ayuntamiento de Sevilla prohíbe a partir de ahora jugar a la pelota en la Plaza de San Lorenzo, una petición formulada por la Hermandad del Gran Poder. Desde la cofradía explican que se ha hecho porque la basílica recibía pelotazos que suponían un riesgo para las personas mayores que pasan a venerar a los titulares. ![]() |
Sea lo que fuere, parece que tanto al consistorio como a la corporación de la Madrugá les molesta que los niños sean niños. Que jueguen y que vayan a divertirse al lugar donde siempre han ido con sus padres o con sus abuelos para después acercarse a ver al Señor. Casi podría decirse que esta ha sido la gota que ha colmado el vaso para muchos sevillanos y vecinos del barrio de San Lorenzo, indignados con la degradación que está sufriendo este precioso enclave de la ciudad desde hace varios años.
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Anterior aspecto de la Plaza de San Lorenzo. Fuente: Pablo Lastrucci. |
Al parecer las terrazas con mesas y sillas que entorpecen el tránsito y que ocupan buena parte del entorno no molestan ni para el ayuntamiento ni para la hermandad. Tampoco hubo ninguna queja por parte de la cofradía cuando una ordenanza municipal obligó a podar los árboles que daban sombra y encanto a este entorno, ahora desierto y sin el suelo poblado de hojas cuando llega el otoño. Y por supuesto mucho menos la hubo cuando la zona pasó a convertirse en un resort de hoteles, tal y como está ocurriendo con todo el casco antiguo.
La queja viene cuando los niños van a San Lorenzo a ser niños. A disfrutar con sus familias y a merendar después de una buena pachanga con los amigos. Esas tardes también forman parte de la vida de un barrio que está empezando a desaparecer y no se hace nada para recuperarlo. Es irónico que esta petición venga de una hermandad que, a fin de cuentas, uno de sus objetivos es hacer iglesia. Parece que se les ha olvidado un pasaje muy importante del Evangelio según San Mateo. Concretamente, en el capítulo diecinueve, versículo catorce, puede leerse lo siguiente: "Jesús dijo: Dejad que los niños se acerquen a mí, y no se lo impidáis". El chiste se cuenta solo.
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