La inutilidad del Consejo y la ineficacia de las hermandades de gloria frustran las jornadas de puertas abiertas

El evento tuvo lugar el pasado fin de semana entre los días 21, 22 y 23 de mayo para "acercar las glorias a los sevillanos"

La Pastora de Triana en su veneración extraordinaria. Fuente: Hermandad de la Pastora de Triana.

Era uno de los acontecimientos más esperados por los cofrades sevillanos tras las veneraciones que tuvieron lugar la pasada Semana Santa: las jornadas de puertas abiertas que las hermandades de gloria tomarían como modelo de las cofradías de penitencia. Unas jornadas que han sido cuestionadas por numerosas personas que han visto cómo algunas corporaciones se encuentran en el punto de mira tras un proyecto más organizado por el Consejo General de Hermandades y Cofradías que se ha visto frustrado.

Veneración a la Virgen de la Alegría. Fuente: @CarlosIglesia86

Altar de enseres de la Hermandad de la Alegría. Fuente: @Alvaromsj

La institución encargada de velar por la organización y el correcto funcionamiento de las relaciones entre las hermandades de Sevilla se ha visto, una vez más, envuelta en polémica. En colaboración con las glorias, el Consejo fue el órgano planificador de estas jornadas que tuvieron lugar los pasados días 21, 22 y 23 de mayo con el objetivo de "acercar las glorias a los sevillanos", un pensamiento que se ha quedado a medio camino y a años luz frente a la realidad que ha tenido la oportunidad de observar el público que se ha acercado a las iglesias.


El anuncio del evento por parte de distintos medios de comunicación cofrades tuvo lugar a finales del mes de abril, justo un mes después de la preparación de la Semana Santa. Varios periódicos digitales anunciaban lo que el Consejo de Hermandades dejó caer desde un primer momento: actos como charlas, veneraciones, exposiciones o engalanar fachadas supondrían un atractivo para todos los curiosos. Pero nada más lejos de la realidad.

Los datos no engañan: de más de sesenta hermandades de las que se componen las glorias en la capital hispalense, cuarenta cofradías fueron las participantes en este acto. De esas cuarenta, solo quince accedieron a exponer a sus titulares en veneración de los fieles con motivo de este acontecimiento. El resto, es decir, veinticinco, pasaron por alto las indicaciones a seguir y la oportunidad de visibilizarse y optaron por dejar a sus vírgenes en los altares que ocupan a diario. Unas aprovecharon el montaje de altares para exponer parte del patrimonio que poseen, como es el caso de la Hermandad de las Siete Palabras con la Virgen del Rosario y el Sagrado Corazón de Jesús, el Carmen de San Gil o la Alegría de San Bartolomé. Otras, directamente mostraron su desgana y pasividad ante este evento e hicieron como si la cosa no fuese con ellas.

Esa pasividad también se hizo presente en aquellas que se encontraban en cercanía para el rezo a los fieles. El poco trabajo y elaboración de los altares, unido al inexistente interés por pretender que las glorias supusieran un atractivo para los cofrades y no tan cofrades de la ciudad, ha mermado por completo las veneraciones. No era de extrañar la escasa afluencia de público en buena parte de las hermandades participantes, donde también habría que sumar el problema que se han encontrado muchos de los devotos con los horarios de apertura de las iglesias y que ha sido una cuestión muy criticada de estas jornadas.

Altar de la Hiniesta Gloriosa para su veneración de los fieles. Fuente: Hermandad de la Hiniesta.

Afortunadamente, algunas cofradías de gloria no tiraron la toalla por completo, aprovecharon la ocasión y optaron por celebrar este evento como se requería. Fue el caso de hermandades como la Pastora de Triana, con su exuberante altar en la antigua capilla bautismal de la Parroquia de Santa Ana y el maravilloso atavío de la Virgen por parte de Esteban Sánchez Rosado, así como una charla en colaboración con las hermandades de Madre de Dios del Rosario y del Carmen; la Pastora de Santa Marina, con visitas guiadas al patrimonio custodiado por la corporación; o la Virgen de Araceli, en veneración en su altar ubicado en la Parroquia de San Andrés.

Estampas históricas se han vivido en otros rincones de la ciudad como se pudo contemplar en la Hermandad de Santa Lucía, que decidió exponer a su titular en la capilla de la Hermandad de la Exaltación en la Parroquia de Santa Catalina; o en la Hermandad de San Hermenegildo, que optó por acercar al santo a todo aquel que deseara adentrarse en la iglesia del mismo nombre, tratándose del primer culto de la corporación tras su reorganización. 

Santa Lucía en la capilla de la Hermandad de la Exaltación. Fuente: Alejandro L.

San Hermenegildo en veneración extraordinaria. Fuente: @CarlosIglesia86

Lejos de la intención del Consejo y de las glorias, la celebración de las jornadas de puertas abiertas ha servido para poner el foco de atención en la importancia que realmente tienen estas hermandades de Sevilla en la sociedad cofrade. De nada ha servido la reivindicación de la que tanto se hablado durante varios años, que ha brillado por su ausencia en un acto que, de haberse planteado de forma correcta, tenía todas las de ganar. De nuevo, los hechos vuelven a desafiar a las palabras.


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